Cuando empleamos el término grecolatino, y lo aplicamos a la literatura, estamos haciendo referencia a la producción literaria llevada a cabo durante la Antigua Grecia, en cualquiera de sus ciudades y etapas, y durante la Antigua Roma, ya sea durante la República o en el período imperial.
La colección Letras Universales ofrece un amplio y variado catálogo de obras y autores de la Antigüedad clásica, algunas en edición bilingüe, que constituyen una lectura imprescindible para conocer los orígenes de nuestra civilización.
Junto a las obras emblemáticas de Homero, encontramos las tragedias de Esquilo, Eurípides y Sófocles; las comedias de Aristófanes; a los poetas Píndaro, Apolonio de Rodas, Epicuro y los líricos griegos arcaicos; los historiadores Heródoto, Jenofonte y Tucídides.
Homero es el poeta griego por antonomasia, el poeta divino que influyó decisivamente en el arte, la literatura, la lengua, la religión y la filosofía griegas. Su obra, memorizada por los escolares, ha dejado a través de los siglos una huella indeleble en la vida de los griegos. Homero llegó a Occidente de la mano de Petrarca, cuando este humanista adquirió los manuscritos de los dos inigualables poemas homéricos que, con gran dolor, no supo descifrar.
Desde que Homero contó las andanzas y desventuras de Ulises en la Odisea, el hombre occidental conoce dos expresivas metáforas sobre la vida del hombre y su destino: el viaje y el mar, ese espacio mágico donde todo puede ocurrir.
El mensaje de la Ilíada permanece claro para nosotros: aunque los héroes hagan frente al inexorable hado que pesa sobre los mortales cosechando la gloria, nada hay sobre la tierra más miserable que el hombre. La edición que ofrecemos en la colección Letras Universales restituye la obra a sus orígenes ofreciendo una traducción muy literal en verso.
Nacido en el año 450 a.C., Aristófanes fue contemporáneo de Sófocles y de Eurípides, asistiendo en el centro de su vida a la guerra del Peloponeso.
Os recomendamos La asamblea de mujeres que presenta el tema del mundo al revés (en este caso, las mujeres en la asamblea imponiendo un nuevo sistema de gobierno) y del disfraz (se disfrazan de hombres para legitimar su acceso y participación en dicha asamblea, los cuales, como mujeres, tienen absolutamente prohibidos).
Por otro lado, si hablamos de literatura latina hay que destacar que son obras escritas en latín y elaboradas entre los siglos III a.C. y V d.C., durante los cuales la ciudad de Roma fue el centro cultural de Occidente.
La pervivencia e influencia de la literatura latina es evidente en todas las literaturas occidentales: los poetas como Catulo, Virgilio, Horacio, Ovidio, Propercio, Lucrecio, Persio o Marcial; los trágicos como Séneca y los comediógrafos como Plauto o Terencio; los prosistas como Apuleyo, Cicerón, Marco Aurelio, Petronio, Plinio o Suetonio.
Aquí nuestra selección de títulos y autores.
En las Metamorfosis, Ovidio explica la historia de casi 250 mitos y leyendas de la Antigüedad romana y sus diversas transformaciones. Se cuentan transformaciones de dioses, de animales y de seres inanimados, pero no cabe duda de que las metamorfosis más importantes de toda la obra las sufren los seres humanos.
Una obra de madurez en la que Ovidio manifiesta toda su experiencia acumulada basada en una amplia tradición elegíaca, lírica y trágica.
Marco Aurelio nace el 26 de abril del año 121 d. C. en el seno de una familia aristocrática que cuenta con la confianza del emperador. Frugal en su vida, su tiempo libre lo dedicaba al estudio. Sus Meditaciones son breves pinceladas dispersas sobre sus gustos y anhelos, soliloquio espiritual y filosófico de un emperador preocupado por construir una "ciudadela interior" que corriera mejor fortuna que su Imperio.
Séneca fue una personalidad de muchas facetas que abordó con relativo éxito y comprobado entusiasmo: político, gran propietario, hombre de negocios, practicante y difusor de la filosofía, orador, poeta.
Sus Cartas a Lucilio forman un conjunto de 124 piezas publicadas en veinte libros. Séneca fraguó en estas cartas su obra cumbre, el testamento vital del filósofo, en el que encontramos innumerables preocupaciones, vivencias y lecturas del autor.
Son el único ejemplo que se conserva de una correspondencia filosófica en la Antigüedad y constituyen una pedagogía en acción, mostrando las técnicas que usa un maestro para hacer progresar al discípulo.
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