Alfonso X obtuvo momentos de esplendor inigualados en lo cultural y en lo científico para España y sus lenguas romances, el castellano y el gallego. Introdujo el "castellano drecho" en los usos de la Corte y en la redacción de sus obras científicas, jurídicas e historiográficas, y adoptó para su obra lírica el gallego-portugués.
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Sinopsis
Alfonso X obtuvo momentos de esplendor inigualados en lo cultural y en lo científico para España y sus lenguas romances, el castellano y el gallego. Introdujo el "castellano drecho" en los usos de la Corte y en la redacción de sus obras científicas, jurídicas e historiográficas, y adoptó para su obra lírica el gallego-portugués. Junto a su magna obra científica e historiográfica se conserva un cancionero de poesía religiosa, el primer y más abultado Cancionero Mariano, y varias poesías de carácter profano, diseminadas en los cancioneros galaico-portugueses. Composiciones de un poeta-rey cuya sensibilidad artística le condujo a cultivar todas las artes y a promover uno de los movimientos culturales más densos y ricos de Europa en el siglo XIII. Esta edición incluye un total de cincuenta cantigas, entre religiosas y profana.
Colección
Letras Hispánicas
Código
141293
I.S.B.N.
978-84-376-0786-3
Publicación
23/10/2002
Clasificación IBIC
DCF
Formato
Papel
Páginas
328
Autor
Alfonso X, "El Sabio"
Alfonso X el Sabio (Toledo, 1221 - Sevilla, 1284) Rey de Castilla y de León (1252-1284). Era hijo primogénito de Fernando III el Santo, a quien sucedió en 1252. Ya como infante llevó a buen término importantes labores, como la conquista del Reino de Murcia (1241) o la paz con Jaime I de Aragón, que conllevó el matrimonio del mismo Alfonso X con Violante, hija del rey aragonés. El reinado de Alfonso destacó sobre todo en el orden cultural. A Alfonso X el Sabio se le considera el fundador de la prosa castellana y, de hecho, puede datarse en su época la adopción del castellano como lengua oficial. Sus profundos conocimientos de astronomía, ciencias jurídicas e historia y su interés por las más diversas áreas del saber lo llevaron a impulsar la organización de tres grandes centros culturales que giraron alrededor de Toledo, Sevilla y Murcia.