Douglas Sirk, director de películas como «Extraña confesión» (1944), «Obsesión» (1953), «Solo el cielo lo sabe» (1955) o «Ángeles sin brillo» (1957), pasará a la historia del cine como uno de los grandes directores de melodramas de Holywood, pero la pretensión de este libro no es hablar tanto del autor o del cineasta sino de su escritura.
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Sinopsis
Douglas Sirk, director de películas como «Extraña confesión» (1944), «Obsesión» (1953), «Solo el cielo lo sabe» (1955) o «Ángeles sin brillo» (1957), pasará a la historia del cine como uno de los grandes directores de melodramas de Holywood, pero la pretensión de este libro no es hablar tanto del autor o del cineasta sino de su escritura.
Desplegar la metáfora del espejo: he aquí un buen camino para introducirse en el cine de Douglas Sirk, en su singular arte del melodrama, pero también en cierto momento de la historia del cine en el que la solidez del relato cinematográfico clásico de Hollywood había comenzado a resquebrajarse ante la aparición de las nuevas escrituras manieristas.