Películas como Los juegos del hambre o series como El cuento de la criada, basadas ambas en exitosas novelas distópicas, han puesto de actualidad un género cuyas raíces se encuentran en la primera mitad del siglo XX, cuando se escribieron las grandes distopías clásicas.
La literatura distópica proyecta sobre nosotros escenarios tan imaginativos como preocupantes. Lo habitual es que las ficciones distópicas describan mundos en los que pueden advertirse tendencias y fenómenos del presente llevados a sus extremos más negativos, por lo que suelen reflejar los miedos y las preocupaciones del momento en que han sido creadas. Quizá por eso tengamos la sensación de estar viviendo un 2020 distópico.
Letras Populares es una colección que proporciona al lector un escaparate de los clásicos considerados tradicionalmente como literatura popular, aquellos adscritos al género fantástico, de terror o la ciencia ficción, en un entorno que subraye su valor artístico y literario. La literatura distópica está presente en la colección con algunas obras fundamentales que han dado valor al género y que sin duda no te puedes perder si te consideras fan de estas lecturas. Os dejamos una breve presentación de alguna de ellas. ¡No te las pierdas!
El talón de hierro de Jack London está llamada a ser la primera novela distópica de carácter político de la literatura en lengua inglesa y, posiblemente, una de las primeras distopías literarias contemporáneas de la literatura universal. Tiene todos los ingredientes de la distopía moderna que será continuada por autores como Zamiátin, Huxley, Sinclair Lewis, Orwell, Bradbury o Burguess. Ernest Everhard, uno de los personajes centrales de la novela, vaticina con inusitada precisión algunos de los acontecimientos que sucederán pocos años después de la publicación de la novela (Primera y Segunda Guerra Mundial, Revolución Bolchevique, el fascismo en Europa), con la consiguiente fragmentación de Occidente en dos grandes bloques políticos y económicos.
Narrada en forma de diario, Nosotros es el recuento de las reflexiones y desventuras de D-503, el Constructor de la nave Integral, vehículo que habrá de imponer el bienhechor yugo de la razón a los ignotos seres de otros planetas. D-503 vive dentro del Muro Verde en el Estado Único gobernado por el Benefactor y, bajo un cielo siempre azul, disfruta de su estado de no-libertad, de una felicidad idéntica a la del resto de sus conciudadanos, superado al fin el estado de salvaje libertad de anteriores civilizaciones ¿Es Nosotros una crítica al comunismo, una fábula sobre el cristianismo, sobre el conflicto del consciente y el inconsciente, un alegato contra la alienación del hombre o un sencillo libro de aventuras? La obra maestra de Zamiátin sigue generando nuevas interpretaciones, a veces incluso contrapuestas, pero lo que no admite discusión es que se trata de un libro apasionante, cargado de poesía y de humor, una de las grandes novelas del siglo XX.
Obra maestra de la literatura de anticipación, Un mundo feliz presenta un hipotético escenario futuro en el que todo vestigio del pasado ha sido erradicado con la finalidad de sellar una nueva era de la humanidad totalmente desprovista de contenido y sentido histórico. El denominado Estado Mundial ha destruido la historia y el pasado porque su obsesión es solo el presente. El año en el que se desarrolla la acción de la novela es el 632 después de Ford. Los ciudadanos de este nuevo mundo desconocen por completo los valores morales, culturales y espirituales, porque han sido condicionados para imitar y seguir un despiadado canon capitalista que delata una adulterada, profética y perturbadora idea del bienestar.
Mono y esencia, de Aldous Huxley, consta de dos partes bien diferenciadas. La primera se sitúa en 1948, el mismo día del asesinato de Gandhi, y está narrada desde el punto de vista de un guionista de cine, Bob Briggs, quien encuentra accidentalmente la copia rechazada de un guion titulado Mono y esencia, firmado por un tal William Tallis. La segunda parte, mucho más extensa, desarrolla la transcripción del guion, que se sitúa en febrero del año 2108 y presenta el mundo destruido por la Tercera Guerra Mundial. Nueva Zelanda y el África Ecuatorial son las únicas regiones de la tierra que siguen habitadas por humanos. Los simios han evolucionado a un nivel superior de conciencia y gobiernan sobre los hombres, subordinados a una total esclavitud. Entretanto, en California, en las ruinas de Los Ángeles, los integrantes de una pequeña comunidad de seres infrahumanos (degenerados física y espiritualmente a causa de la radiación provocada por la guerra nuclear) se han transformado en una especie mutante sometida al triunfo del mal, simbolizado por Belial.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, considerada una de las obras capitales de Philip L. Dick, es la novela que inspiró la película Blade Runner. Sus virtudes cobran renovado valor hoy día, en particular su visionaria mixtura hombre-máquina y su anticipación de la tecnología como sucedáneo de las necesidades auténticas del ser humano. Rick Deckard es un cazarrecompensas que trabaja para el Departamento de Policía de San Francisco retirando androides de las calles. Vive en una Tierra prácticamente desierta desde que los seres humanos han emigrado a la nueva colonia en Marte después de la Guerra Mundial Definitiva. Los pocos que aún quedan en nuestro planeta buscan poseer carísimos animales; a través de ellos, sienten la empatía que los diferencia de los androides. Sin embargo, Deckard sufre por no poder permitirse económicamente uno y finge cuidar de una oveja auténtica cuando en realidad es solo un ejemplar eléctrico. Ataviado con su modelo Ajax de Calzón de Plomo Mountibank contra el polvo radiactivo, se encamina al trabajo, descubre que su superior está en el hospital con una herida de láser en el espinazo y recibe la orden de perseguir al nuevo androide que ha podido ser el responsable, el Nexus-6, de cerebro altamente sofisticado.
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